La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) anunció el arribo, el 2 de junio, en el puerto de Arica del tanquero de productos "Yasa Pelican" con aproximadamente 45,2 millones de litros de carburantes para el mercado interno boliviano.
Ese volumen, señaló la empresa en un comunicado, será descargado a través del ducto submarino a los tanques de almacenaje de la estación marítima de propiedad de la petrolera boliviana para luego ser transportado en una flota de camiones cisterna hacia el mercado interno boliviano.
La recalada de la nave coincide con la conclusión de los trabajos de mantenimiento de la estación marítima ubicada en la costa del Océano Pacífico. “YPFB concentra su mayor esfuerzo en el abastecimiento de diésel. Estamos recibiendo en el puerto de Arica el buque con 284.900 barriles de diésel equivalente a 45,2 millones de litros, volumen que en las próximas horas será descargado hacia la estación marítima de propiedad de Yacimientos”, afirmó el presidente ejecutivo de YPFB, Armin Dorgathen.
Agregó que, con este volumen, YPFB garantiza el abastecimiento de combustibles: “Estamos cumpliendo con la población, con el sector del transporte público y privado, el precio y calidad se mantiene en la perspectiva de proteger la estabilidad económica”.
El trabajo de descarga del combustible estará a cargo de los buzos y técnicos marineros de la empresa Océano Sub, compañía submarina que trabaja para YPFB, a través de la filial YPFB Transporte, desde hace más de 25 años en Arica. Esta empresa está a cargo de la operación de la Terminal Marítima Sica Sica por donde ingresan los productos refinados hacia Bolivia y sale el crudo boliviano reconstituido a diferentes países del mundo.
Al puerto de Arica arriban un promedio de dos a tres buques mensual con diésel y gasolina con destino a Bolivia, dependiendo de las condiciones climatológicas que se registran en la región.
Una vez realizada la prueba hidráulica de la línea submarina el 3 de junio. Inmediatamente se inició el izaje de tres boyas para luego proceder al acople con cadena y ancla. Una vez posicionado conectó su sistema de manguera flexible a una válvula que una vez abierta, y tras las pruebas de rigor, permitió iniciar la descarga del combustible.
El combustible fluye por el oleoducto submarino de aproximadamente 2.400 metros de longitud, desde mar adentro hacia la costa, donde está ubicada las cabinas de control, punto desde donde el ducto sigue su recorrido esta vez vía subterránea hasta la estación marítima de propiedad de YPFB, desde donde de donde se despecha el producto a los usuarios del combustible.
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