Los armadores japoneses poseen actualmente el 12% de la capacidad de la flota mundial medida en toneladas de peso muerto, lo que convierte a Japón en el tercer país armador del mundo, por detrás de China y Grecia, y en uno de los tres únicos países en los que los armadores controlan más del 10% de la capacidad de la flota mundial.
Así, según datos de Bimco, la flota mundial suma 2.400 millones de toneladas y se reparte entre 16.622 armadores de 178 países. De ellos, un total de 604, que cuenta con flotas de entre 115 y 28,6 millones de toneladas, son japoneses. Durante el milagro económico del Japón de posguerra, el comercio internacional del país creció a la par que la economía. Medido en dólares, Japón fue el tercer mayor exportador de mercancías durante treinta años, entre principios de la década de 1970 y principios de la de 2000, alcanzando las exportaciones un máximo del 10% del comercio mundial de mercancías en el año 1986.
En la mayoría de los años del mismo periodo, Japón fue también el tercer mayor importador de mercancías del mundo, llegando a un máximo del 7% del comercio mundial de mercancías en 1974. En los tiempos actuales, si bien la cuota de las exportaciones e importaciones japonesas en el comercio mundial de mercancías ha descendido al 3%, el tamaño de la flota se ha mantenido fuerte.
MOL, NYK Line y K Line, los tres copropietarios de Ocean Network Express, son las navieras japonesas más conocidas y los mayores armadores con sede en Tokio. Combinados con otros armadores, poseen el 48% de la flota japonesa, lo que convierte a Tokio en la cuarta ciudad naviera del mundo.
Sorprendentemente, la segunda no es Yokohama, Osaka, Nagoya, Sapporo ni Kobe. Se trata de Imabari, ciudad de la prefectura de Ehime con 152.000 habitantes, que alberga a 112 armadores que, en conjunto, poseen un tercio de la flota japonesa. Esto no sólo convierte a Imabari en la segunda ciudad naviera del país, sino también en la sexta del mundo, sólo ligeramente por detrás de Singapur, que ocupa el quinto puesto.
Al igual que sus compatriotas de Tokio, empresas de Imabari como Nissen Kaiun KK, Shoei KK y Mizuho Sangyo poseen una gran parte de la flota mundial de graneleros y portacontenedores, pero participan menos en el sector de los petroleros. Cabe apuntar que los armadores con sede en Tokio dominan el sector en el que Japón posee la mayor flota del mundo: los metaneros.
Desde Bimco recuerdan, no obstante, que la flota japonesa apenas ha crecido durante los últimos diez años, por lo que la diferencia con las flotas de China y Grecia se han ampliado. Sin embargo, Japón sigue siendo fundamental para el sector del transporte marítimo, y sus armadores y astilleros podrían beneficiarse de las tasas que EE.UU. aplicará a los buques de propiedad china y construidos en China.
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