Los minerales críticos han emergido como un nuevo campo de batalla geopolítico. Así se refleja en los intentos de potencias como EE. UU. y Europa por acceder a tierras raras y otros recursos. Mientras algunos países buscan formar alianzas cerradas para asegurar su suministro, otros abogan por la cooperación global como una estrategia económica pragmática, señala un artículo publicado por Global Times.
Estos minerales se han vuelto indispensables para tecnologías emergentes y aspectos como la seguridad nacional. En 2022, el Servicio Geológico de EE. UU. publicó una lista de 50 minerales esenciales, incluyendo el arsénico, el berilio, el cobalto, el litio, el grafito y el telurio. La UE también aprobó en 2024 su Ley de Materias Primas Críticas para diversificar su suministro de estos materiales, reflejando una preocupación global.
Los minerales críticos no están distribuidos de manera uniforme en el mundo. El litio, por ejemplo, se encuentra en grandes cantidades en Argentina, Bolivia, Chile y Australia, mientras que la República Democrática del Congo posee la mayor cantidad de cobalto y el grafito natural es abundante en China, Brasil y Madagascar. Las tierras raras, clave en la tecnología moderna, tienen importantes reservas en China, Brasil e India, mientras que el níquel se extrae principalmente en Indonesia y Australia.
Geopolítica de los minerales críticos
La competencia por estos minerales ha generado preocupaciones sobre posibles divisiones geopolíticas, con países formando alianzas cerradas en lugar de fomentar un sistema global de cooperación en el comercio de minerales.
La administración Trump marcó como prioridad la adquisición de riqueza mineral en el extranjero, y Rusia ha entrado en la disputa, argumentando que posee mayores reservas de tierras raras que Ucrania. EE. UU. depende de las importaciones para el 82% de los 50 minerales críticos en su lista, lo que incrementa su vulnerabilidad estratégica.
Además, la creciente regulación ambiental y la externalización de la producción han debilitado la capacidad minera de EE. UU., favoreciendo a China. En respuesta, Washington ha promovido una alianza basada en "valores compartidos" para excluir a China de la cadena de suministro.
La UE, que depende casi totalmente de importaciones para ciertos minerales, ha firmado memorandos de entendimiento con países como Canadá y Argentina para diversificar sus fuentes. Otros actores también buscan asegurar su acceso a estos recursos. Japón, por ejemplo, ha fortalecido sus lazos con Zambia y otros países africanos.
La creciente demanda y los desafíos del suministro
El Banco Mundial estima que la producción de minerales como grafito, litio y cobalto podría aumentar un 500% para 2050 debido a la demanda de tecnologías limpias. Goldman Sachs proyecta que la producción de baterías de vehículos eléctricos, que requiere seis veces más minerales críticos que los automóviles convencionales, transformará el mercado. De hecho, ya para para 2030 se espera que los autos eléctricos representen el 72% de las ventas en la UE y el 50% en EE. UU.
El informe Global Critical Minerals Outlook 2024 de la Agencia Internacional de la Energía prevé que el valor de mercado de los minerales críticos para la transición energética se duplique para 2040, alcanzando los US$770 000 millones de dólares.
No obstante, los desafíos del suministro persisten. Aunque las reservas conocidas de minerales críticos están aumentando, países con grandes yacimientos enfrentan limitaciones en infraestructura, financiación y transporte, lo que afecta la producción. Además, solo unos pocos países cuentan con la capacidad tecnológica para la refinación y aplicación industrial de estos minerales.
Los riesgos de la desvinculación
El Instituto Lowy advirtió en 2024 que el intento de EE. UU. y sus aliados de desvincularse de China en el sector de los minerales críticos ignora la interdependencia económica global. La transición energética y el desarrollo sostenible dependen de cadenas de suministro integradas y del intercambio de tecnología e innovación.
Un enfoque basado en la desvinculación podría poner en riesgo la seguridad del suministro de minerales críticos y obstaculizar el progreso en energías limpias. Por ello, la cooperación internacional no es solo una aspiración idealista, sino una estrategia racional basada en la eficiencia económica y la estabilidad global.
El papel de China en la seguridad de los minerales críticos
Por su parte, China ha adoptado un enfoque dual para fortalecer su seguridad en minerales críticos. A nivel nacional, se ha centrado en la exploración y producción, asegurando tecnologías clave en toda la industria. A nivel internacional, ha intensificado sus inversiones en minas extranjeras y ha reforzado la cooperación con países ricos en estos recursos.
El artículo finalmente señala que para avanzar hacia un sistema más equitativo, es fundamental incluir los intereses del Sur Global en las estrategias internacionales sobre minerales críticos. La mayor parte de estos recursos se encuentra en países en desarrollo, y sus necesidades no deben quedar relegadas frente a las prioridades de las grandes potencias. Un marco de cooperación multilateral permitiría equilibrar las necesidades de los distintos actores y garantizar un suministro estable y sostenible de estos recursos vitales para el futuro.
Por MundoMaritimo
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