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Los preparativos del contenido de TOC Américas 2025, a realizarse del 21 al 23 de octubre en Ciudad de Panamá, avanzan con el mismo vértigo con que la contingencia, a partir de la irrupción de Donald Trump en el escenario geopolítico, ha nublado el horizonte del comercio global y de la industria marítima. Con la intención de arrojar luz sobre este panorama el contenido de las conferencias que se preparan para esta nueva edición se basan en ocho pilares: 1) Perspectivas del comercio marítimo, 2) Visibilidad y trazabilidad de la cadena de suministro, 3) Logística y desarrollo de infraestructura, 4) Sostenibilidad y crecimiento del negocio, 5) Innovación y tecnologías disruptivas, 6) Manejo eficiente de la carga y de las operaciones de terminales, 7) normativas armonizadas y estándares operacionales y 8) Seguridad.
Sobre esa base, TOC Américas 2025 está organizando el debate en torno a los factores que determinarán el desarrollo de la industria marítima global donde temáticas clave como la guerra comercial entre EE. UU y China, las problemáticas de las cadenas de suministro, el rol de los puertos y terminales en las cadenas logísticas y los desafíos del desarrollo sostenible están teniendo un impacto en la región, que, debido a sus características particulares, está arrojando, igualmente, repercusiones específicas.
Así, por ejemplo, el acuerdo histórico que CK Hutchison anunció para desprenderse de su participación del 80% en Hutchison Ports Holdings (HPH), tiene su propio relato en la región, donde, según los últimos informes, la corporación multinacional estadounidense de gestión de inversiones BlackRock finalmente adquiriría una participación del 51% en las dos terminales panameñas de Hutchison, Balboa y Cristóbal (situadas a ambos extremos del Canal, respectivamente), mientras que Terminal Investment Ltd (TiL)- brazo portuario de MSC- se haría cargo de los 41 operaciones portuarias en el resto del mundo en un operación que en total alcanzaría los US$23.000 millones, incluidos US$19.000 millones en efectivo. La operación se enmarca en la gran disputa geopolítica comercial entre China y EE. UU., con el primero manifestando su rechazo y el segundo, empeñado en restar influencia del país asiático en la estratégica vía interoceánica.
Pero el valor estratégico de Panamá, no se agota en lo anterior, puesto que APM Terminals, a cargo del negocio portuario global de Maersk, adquirió la empresa Panama Canal Railway Company (PCRC) de Canadian Pacific Kansas City Limited y Lanco Group/Mi-Jack, asegurando la conexión intermodal de ambos extremos del Canal de Panamá.
También Perú ha estado en el foco del debate luego de la inauguración del Puerto de Chancay, operado por Cosco Shipping, en noviembre de 2024 tras la inversión de US$1.300 millones sólo en su primera fase desarrollo. La infraestructura pone en relieve el rol de los puertos en la atracción de servicios marítimos y en el desarrollo de las cadenas logísticas.
Pero la inversión china en Chancay no parece un hecho aislado en la región, ya son conocidas las inversiones del país asiático en el Puerto de Santos y también en el tendido ferroviario por cientos de kilómetros, además de la incorporación oficial de Colombia a la iniciativa estratégica comercial de China de la “Franja y la Ruta”. Estos avances, por supuesto han generado ácidas críticas desde Washington, en un hecho que demuestra cómo el desarrollo, marítimo, portuario y logístico de la región también son puntos de conflicto en la guerra comercial entre China y EE. UU.
Cabe mencionar que el mercado estadounidense siempre ha sido un eje principal en las rutas marítimas norte-sur de América Latina y el Caribe, al absorber gran parte de su producción de materias primas y producción agro-frutícola. Sin embargo, estas han ido perdiendo importancia en Sudamérica, especialmente en países como Brasil, Perú y Chile, que cada vez más dirigen sus embarques hacia China en busca de la diversificación de sus mercados.
TOC Américas 2025 también dará una mirada a la sostenibilidad de la industria marítima, donde destacan iniciativas de países que comienzan a captar inversiones para la producción de combustibles para el futuro descarbonizado, sumándose al proceso de transición energética global. Destacan casos en Brasil como el del puerto de Pecém, en Ceará, que desarrolla un parque de almacenamiento y distribución de combustibles, incluyendo biocombustibles o el hub energético sostenible que desarrolla el Puerto de Açu, Río de Janeiro, que incluye energías renovables como solar y eólica. También se deben contar los esfuerzos de Colombia para producir hidrógeno verde en Cartagena o en el extremo austral de Chile.
Igualmente, el desarrollo tecnológico será un punto de interés en el marco de la era de la digitalización, donde el puerto de Cartagena ha dado claros pasos para ubicarse en la vanguardia con iniciativas en ámbitos como la digitalización, la automatización de procesos y la integración de tecnologías avanzadas.
Para mayor información sobre las distintas alternativas de participación en TOC Américas 2025 Panamá, por favor haga click aquí.
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